Ebichu escribió:Pues cuando ve a los pastores alemanes (y todo perro grande no conocido), se pone todo tieso y erizado, y empieza a ladrar como un loco (y no digo los tirones que da), y claro asi es imposible hacer un acercamiento "amistoso" porque altera hasta al otro perro...

Por lo que, esto igual es el causante del comportamiento, cada vez que veo un Pasto Alemán o un perro grande, o con los que se lleva mal del barrio, me cambio de acera para evitar los ladridos... Y funciona como no los ve...

Y cuando él se pone así tú sujetas bien fuerte la correa, lo que potencia su agresividad...
Lo que describes es exactamente lo mismo que le pasaba a mi China (labradora mestiza), solo que como quizá no sean las mismas causas, quizá no sirvan las mismas soluciones. En su caso se ha juntado un caracter muy fuerte y una mala socialización.
Lo que hemos hecho primero ha sido reforzar la obediencia básica (sienta, junto, aquí, alto) y una vez que eso está perfectamente dominado, cuando vemos a otro perro y empieza a ponerse nerviosa (cuando empieza, antes de que enloquezca), intentamos no oponer resistencia con la correa (que aumenta su enfado),sino dominarla con órdenes. Si la llevamos junto, "sienta", y si va con la correa larga "alto" (que viene a ser como sienta pero a distancia) o "aquí". Poco a poco vamos consiguiendo que venga cuando la llamamos o que se quede sentada en lugar de arremeter contra el otro perro. Y claro, en cuanto se sienta o viene, muchas chuches para premiarla y para distraerla del otro perro.
Esa es más o menos nuestra experiencia, pero ya te digo que al no ser las mismas causas, lo mismo no te sirve nuestra solución.
Y paciencia, sea lo que sea. Llevamos seis meses y vamos poco a poco. A lo mejor tienes suerte, pero no tiene por qué ser mejorar de un día para otro.