¿¿¿Os he dicho que cada día quiero más a mi perro???
LLevaba un rato ladrando, cosa excesivamente rara en él, porque nunca ladra por las noches, me asomo, no veo nada, sigue ladrando, me vuelvo a asomar, me fijo en el árbol (el año pasado ya nos entraron para robarnos limones, creemos que varias veces, pero sólo tenemos constancia de una por una vecina), no veo nada, todo en calma, silencioso, quieto... Le digo, venga Dady vamos, que no será nada, pensaba que como hoy hemos cogido limones y lo tenemos en el porche con las bolsas pues el movimiento de las bolsas al moverse lo estarían alterando, o incluso un gato que están ahora con el celo muy escándalosos, pero Dady no se alteraría por un gato y tampoco por las bolsas... Sigue ladrando, no está tranquilo.
Al rato, Dady sigue intranquilo, escucho que se cae un limón... Dady empieza a ladrar nuevamente, miro, nada, todo normal, hoy hemos estado cogiendo limones, posiblemente sea un limón que estaría suelto y se haya caído... Miro a Dady, sé que algo está escuchando, vuelvo a mirar, ¡pero todo está en calma...! ¿Qué le pasará? Mi madre extrañada ya, se levanta, se va para la ventana de la cocina que da al patio, cuando tenemos sospechas de que hay alguien dentro nunca encendemos las luces, y yo me quedo en la del salón, pero viendo que el limonero está calmado y que no se mueve ni una rama vuelvo a lo mío.
Al rato escucho a mi madre chillar, miro corriendo por la ventana ¡¡¡y hay un tío en el árbol!!!
Dady empieza a ladrar como un loco, decimos que vamos a llamar a la polícia, le decimos ya de paso de todo, y dice el tío tan pancho que la llamemos, que mujer solo entro a por unos limones . Y claro, le dice mi madre que si quería limones como cualquier otra persona que se los pida, no llevaría mucho tiempo porque la bolsa no la llevaba muy llena...Diosss, estoy que no me lo creo, porque no es muy tarde y qué coño, el tío estaba ahí... Hemos llamado a la policía y dicen que ya se pasarán a dar una vuelta...
El hdp estaba en la copa de árbol, con razón no lo veía, quieto ahí parado, tan silencioso...
Mi niño, mi tesoro, como nos ha avisado, como ha insistido en ladrar... Nada como el oído de un perro.
Habrán entrado a por limones, que se lleven los que quieran, pero a ver cómo ostias sale una al patio ahora tranquila sin saber lo que te puedes encontrar...
Voy a terminar de hacer las tilas
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