Es acercarse a otr@ perr@ o que se le acerquen, ya sea persona o perro que se tumba panza arriba y suelta unas gotitas de pipí.
Cuando llegamos a casa, lo mismo, es vernos y ¡plaff! hasta que le acariciamos la barriguita (es que le encanta).
Al poco ya se le pasa pero es que los que saben de que curro yo, ademas de verme con esa peazo perra, ven lo que hace y se pegan unas panzás de reir a mi costa que ni os podeis imaginar !!!

No es que me moleste, ni mucho menos, pero tampoco sé si se puede hacer algo.