
Ya fuera de coña, muchas veces he pensado que, si me encontrara en una situación chunga en la que necesitara que los perros me defendieran, probablemente tendría más peligro Sira que Chico, porque Chico, cuando algo le da miedo, busca refugio, pero Sira, cuando algo le da miedo, le planta cara como una jabata. Por ejemplo, con los fuegos artificiales, que les aterran a los dos: Chico se mete en casa con cara de conejo; Sira se planta en el jardín a ladrarles con furia para que se marchen.